Con la llegada de la primavera, los patios, balcones, terrazas y jardines comienzan a ser los protagonistas de las viviendas, en los que se aprovecha el buen tiempo rodeados de los colores vivos de las flores. Esta época en la que las horas de sol comienzan a alargarse es la más adecuada para trasplantar los geranios.
En el artículo de hoy te contaremos todo sobre los geranios, para que de forma muy sencilla aprendas a trasplantarlos correctamente. ¡No te lo pierdas!
Qué debes saber sobre los geranios
El geranio (Pelargonium) es una planta de exterior con flores de colores vivos con más de 240 variedades que crecen en zonas cálidas y templadas. Son plantas originarias del sur de África con flores de 3 a 5 lóbulos y tienen un gran beneficio, son de fácil cuidado y reproducción.
Si el clima de la zona es cálido, como es el sur de España comienzan a florecer en primavera, en otras regiones la floración es en verano. Lo ideal es que la operación de trasplante sea un poco antes o después del reposo invernal, ya que la planta pierde en este caso poca savia, por lo que la capacidad de recuperación del arbusto será más rápida si pierde nutrientes en invierno.
Las especies de geranio más populares son:
- Geranio común.
- La gitanilla o de hojas de hiedra, que son las de porte colgante.
- Pelargonio de pensamiento, el cual sería una buena opción para interiores, aunque lo recomendable es que los geranios se planten siempre en exterior.
- Geranios con hojas aromáticas o geranio limonero. Se llama así porque las hojas recuerdan a las del limón.
Para realizar el trasplante de geranios debes tener en cuenta también que el terreno sea fértil y la zona tenga una incidencia de luz natural de 5 a 6 horas al día. Lo ideal sería que la ubicación del trasplante cuente con ambientes de sombra o baja luz en otras horas del día. Aún así el geranio es una planta muy tolerante y resistente al sol.
Materiales necesarios para trasplantarlos
Aunque el proceso es sencillo, lo ideal es que la persona que vaya a trasplantar los geranios cuenten con una serie de herramientas:
- Abono rico en nutrientes que preferiblemente sea orgánico (compost, humus, abono verde, guano, estiércol…)
- Maceta “vieja” con planta adulta que será trasplantada y maceta “nueva” con agujeros de drenaje y con un diámetro superior a la maceta anterior (mínimo 6 centímetros)
- Sustrato compuesto de turba, vermiculita y perlita.
- Grava para la parte inferior de la maceta, que facilitará el drenaje.
- Hormonas de enraizamiento que ayudan al fortalecimiento de los esquejes y facilitará la reproducción por esquejes si quisieras realizarla.
- Cuchillo, tijera de jardín y regadera con agua.
Paso a paso: Trasplantar geranios
Debes tener en cuenta que antes de realizar el proceso de cambiar los geranios de una maceta a otra se realice una labor de arado de hasta 38 centímetros, para la oxigenación de la tierra. Además, es importante garantizar el buen drenaje, para que la planta no se pudra. Para ello será necesario el uso de fertilizantes solubles en agua.
Te contamos cómo trasplantar geranios paso a paso:
1. Rellena algo menos de la mitad de la maceta nueva con un poco de sustrato.
No la llenes mucho para que no quede ni muy alta ni muy baja. Los geranios deben crecer sobre un sustrato rico en materia orgánica, con un pH ligeramente básico y permeable.
2. Extrae el geranio de la maceta antigua
Despega la tierra de la maceta a base de leves sacudidas y túmbala. Si está muy pegada puede ayudarte excavar alrededor de la misma para extraer el cepellón. Sujeta la base del tallo del geranio y tira de él en línea recta mientras con la otra mano haces presión para separar la maceta vieja.
Si las raíces están muy compactadas, afloja las raíces desenredándolas antes de pasarlas a la nueva maceta.
3. Sitúa el geranio en la maceta nueva
Elige una posición central que no quede muy alta. Es importante que el cepellón, que es la masa de tierra que queda pegada a las raíces, se quede pegado a la raíz para trasplantar el geranio.
4. Cubre la planta de sustrato
Deja las raíces enterradas por completo con sustrato. Seguidamente riégala para humedecer la tierra y déjala unos tres días en una zona luminosa pero que no reciba la luz solar directamente. Después de este periodo de adaptación ya puedes colocarla en su ubicación y disfrutar de ella.
Cómo cuidar tus geranios
Como te hemos mencionado, los geranios tienen un mantenimiento sencillo, sin embargo hay algunas indicaciones para mejorar el crecimiento de estas flores.
Es importante no abusar del uso del agua en el riego. Para saber si tu geranio necesita agua un truco sería revisar que el sustrato esté o no ligeramente húmedo. También deberás eliminar el agua restante del plato después del riego, ya que puede causar que las raíces se pudran.
En cuanto a la poda, la mejor época para podarlos es el otoño, aunque ya en verano puedes retirar hojas secas y flores marchitas. Para podar los geranios lo mejor es que cortes las ramas delgadas y débiles desde la base. Cinco días después de la poda, aproximadamente, saldrán las flores.
Por último, recuerda que el geranio es una planta que necesita mucha luz, por lo que la ubicación de estos es muy importante. La temperatura ideal para estas plantas es entre 18 y 20 ºC. Si es posible, intenta que reciban algo de sombra por la tarde para evitar la sobreexposición.
¿Te ha sido de ayuda nuestro artículo sobre cómo trasplantar los geranios? Déjanos un comentario contándonos tu experiencia. Si te interesa sembrar en esta época puedes leer este artículo de 5 plantas para sembrar en primavera.
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